Plaza Brujas




Entre vecinos tan mal avenidos sólo cabe una estrategia de aproximación y concordia.
Esta estrategia debe enfocarse a disolver la transición entre tramas que confluyen en la plaza de Brujas, y generar una secuencia de espacios que permita una transición fluida y menos traumática entre la trama de Av. del Oeste y el choque con el tejido medieval.


Actualmente, la Plaza de Brujas tiene el carácter de puerta trasera del Mercado, lo que no se corresponde con el potencial del enclave. La propuesta entiende esta plaza como la puerta de acceso al centro de la ciudad con el mercado como elemento atractor y significativo.



                     
                                                 



Establecemos un sistema viario que restringe el tráfico rodado al circuito de acceso Calle San Vicente-Calle Calabazas- Avenida del Oeste. La Plaza de Brujas adquiere un carácter eminentemente peatonal, así como la Avenida María Cristina, con la intención de potenciar el carácter monumental y urbano del Mercado. La intención es equilibrar al alza el carácter de todos los accesos del Mercado, en consonancia con la estructura isótropa del propio edificio.

Disposición de un elemento reclamo en el fondo de perspectiva de la Avenida  desde la Avenida del Oeste. Se propone un elemento escultórico ligero como final de perspectiva y elemento articulador de plazas, emblema y reclamo de centralidad. Se trata de un volumen susceptible de ser iluminado interiormente que genera un espacio pergolado debajo.
Este elemento, sin interrumpir la continuidad del pavimento acota la placeta de la Iglesia de los Santos Juanes con una escala acorde, y se establece como fondo de perspectiva de la Avenida y reclamo visual del Mercado. Su disposición pasante permite su aprovechamiento como espacio en sombra y su utilización como soporte de espectáculos que de forma regular se realizan en ese mismo sitio. La plaza de Brujas se convierte en la antesala de la trama del barrio del Carmen en su acceso desde la Avenida del Oeste.
Esta pieza (el fanalet) nos permite graduar la transición entre la escala de la Avenida, con su escala de Ensanche, y el tejido de calles estrechas y placetas de la trama medieval. Los elementos superficiales del aparcamiento y de la estación de metro se incluyen en el sistema propuesto de forma discreta.



























El mercado extiende su patrón geométrico a su entorno., el cual está pensada para armonizar las distintas direcciones que confluyen en él. En base a este criterio establecemos un patrón para el despiece del pavimento, que se materializa como una extensión de la geometría del mercado. Este criterio favorece la fluidez de la transición entre el espacio cubierto y descubierto, y permite adecuarlo, mediante la subdivisión del elemento base triangular, a las distintas escalas donde ha de implantarse sin perder continuidad.




Arquitectos:  Carlos Calatayud / Jesús Navarro (calayatud-navarro arquitectos), 
Daniel Escobedo, Maria Aucejo, Pau Olivares y Juan Suay


Concurso Plaza de Brujas,
Ayuntamiento de València
2017

Mark


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